Los días pasan como
si fueran horas, las palabras se las lleva el viento, los actos quedan en la
memoria y no marcan a las personas, los lugares únicos solo existen fuera de
este país y los buenos recuerdos se mantienen en nuestras mentes para siempre.
Si todo esto se
aplica porque hay mentiras que toman tanto valor y se convierten en verdades,
el hecho solo de creer que la paz se va a lograr sentados de tras de una mesa es
la primera mentira que está tomando mucha fuerza; una mentira que se forja con
la sangre de muchos inocentes, de agricultores
masacrados, de empresarios sobornados y de pobres que cada vez son más pobres.
Porque salir de
Colombia para ir de vacaciones a lugares inigualables; supuestamente porque no
tenemos donde ir, si aquí tenemos muchas
opciones sin punto de comparación; que tal un nevado insertado en medio de una
montaña con parajes únicos, un desierto brillante con las estrellas que
iluminan su esplendor, unos mares que en ciertas partes son vírgenes y sacados
de cuentos de hadas, cascadas creadas por miles de años y forjadas con los causes
de los ríos que la nutren, ciudades llenas de mariposas de colores y toques
arquitectónicos que dejan ver el buen gusto de este pueblo que pide a gritos
basta de tanto dolor que baña esta patria.
Personas únicas, pueblos pintados con colores vivos,
ciudades cosmopolitas y otras en
desarrollo, por que mentir si somos privilegiados al tener tanta riqueza,
tantas flora, tanta fauna, tantos paramos, son tantos que prefiero recorrer
este país maravilloso y decir vivo en Colombia, una patria hermosa y luchadora,
que a pesar de los conflictos que lo limitan siempre de sus entrañas se forman
las mejores personas, agradables, serviciales, sonrientes, y con el mejor valor
que desde pequeños nos inculcaron, el de ser “PERSONAS”.
Ferney T. Palacios