domingo, 21 de diciembre de 2014

UN RELOJ DE ARENA.




Siempre he pensado que los verdaderos amigos duran para siempre, que son contados con los dedos de tus manos y  como un reloj de arena, cuando ves que se esta agotando el tiempo lo giras para comenzar de nuevo.

A mis amigos los cuales me han acompañado cuando estuve solo y alejado de todo el mundo por circunstancias que en este texto no mencionare, a ellos que me rescataron cuando veía que el fondo estaba mas cerca, a ellos que cuando no tenia con quien hablar siempre estaban hay, a ellos los fieles testigos de mis lagrimas y alegrías; son mas las cosas buenas que puedo mencionar y de las que no me quiero olvidar.

En una noche; al compas de unas cervezas importadas  compradas en promoción, sentados en una banqueta a las afueras de un almacén de cadena, hablando de las cosas que solo nosotros sabíamos, riéndonos sobre nuestra anécdotas e imitando las canciones en versiones propias; bañados con bolsas de aguas encontradas en una esquina y con fecha de vencimiento expirada, corriendo como locos pasadas las 12:00 a.m.  Jugando como niños de 8 años.

Son muchas los recuerdos que guardo de mis amigos y de los cuales espero recibir muchos más, prefiero ver las cosas buenas que me pueden brindar y no los defectos que otros pueden resaltar; prefiero sonreírme de las bobadas que hacen en vez de escuchar las palabras que otros pueden decir sobre ellos o de mi.

Por eso digo que una verdadera amistad es como un reloj de arena, por que a pesar que veas que el tiempo se pasa lento al observarlo, este siempre va a transcurrir y nos dejara experiencias únicas, momentos agradables y recuerdos inolvidables… A ellos que no necesito mencionar por que cada uno sabe quienes son, hoy les quiero dar las gracias por que han sido en muchas veces mi soporte y paño de lágrimas.

Ferney T. Palacios